viernes, 4 de mayo de 2012

ANÉCDOTA DE RADICALES

Reunión en Olivos de los senadores radicales con De la Rúa:

"Al finalizar, el presidente nos pidió que colocáramos las sillas en semicírculo como en una charla universitaria, y él junto a Chacho y los ministros Flamarique y Terragno se situaron al frente para comenzar a hablar sobre la importancia de la sanción de la Ley de Reforma Laboral para el gobierno. Hizo uso de la palabra ininterrumpidamente durante cuarenta minutos, matizando con algún comentario de Chacho para quebrar la monotonía del relato.


"En un momento, durante la aburrida disertación, ocurrió un hecho muy gracioso. Delante de mí se ubicó Angeloz, y más adelante el senador León. Luis León era un hombre mayor, que gustaba de beber su botella de vino tinto en el almuerzo y en la cena; entre lo aburrido del discurso de De la Rúa, los efectos etílicos y aprovechando que las anchas espaldas del senador Humberto Salum lo protegían de la mirada del presidente, apoyó la cabeza sobre el hombro y se durmió como un angelito.


"No sé si los ángeles roncan, pero el senador León sí. Angeloz, que se encontraba detrás de él, intentó en vano tocarle la silla con el pie para despertarlo, pero el piso encerado de Olivos le jugó al cordobés una mala pasada y en una de sus embestidas para despertar a León su silla patinó y quedó desparramado en el piso ante la mirada atónita de los presentes.


"El único que pudo hacer un comentario fue León, ya que el golpe lo despertó: 'Pocho, no tomes que el vino te hace mal', le dijo. Los demás estallamos en una carcajada interminable, incluido De la Rúa, con la diferencia de que no sabía de qué se reía."

Del libro "El arrepentido: cómo se hace política en Argentina", de Mario Pontaquarto.